Hoy en día, la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) es una enfermedad que se puede controlar y con la que se puede vivir mucho tiempo. Esto se debe en gran parte a los avances en los tratamientos disponibles, como la terapia antirretroviral (TAR). Aun así, es posible que tenga algunas complicaciones, por eso es bueno estar bien informado.
“Acabo de salir del hospital. Tuve neumonía y algunas otras complicaciones”, compartió un miembro de myHIVteam. Conocer los posibles problemas, así como sus signos y síntomas, puede ayudarle a detectarlos a tiempo y a recibir tratamiento.
El sida es una etapa avanzada de la infección por VIH, en la que el virus afecta de forma significativa al sistema inmunitario. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), se considera que una persona tiene sida si cumple alguna de estas condiciones:
Las personas que desarrollan sida tienen el sistema inmunitario gravemente debilitado. Sin un tratamiento del VIH, suelen vivir alrededor de tres años.
Las infecciones oportunistas ocurren cuando virus, bacterias, hongos o parásitos aprovechan que el sistema inmunitario está debilitado. Estas enfermedades pueden ser potencialmente mortales para las personas que viven con VIH. Sin embargo, gracias a las mejoras en los medicamentos antirretrovirales, estas infecciones son cada vez menos comunes.
La tuberculosis es una infección bacteriana que afecta principalmente a los pulmones. En personas sanas, el sistema inmunitario suele controlar la bacteria, reducir el riesgo de infección activa (con síntomas) y evitar que se propague. Sin embargo, las personas con VIH pueden tener más dificultades para combatirla. Cuando la tuberculosis se activa, puede causar dolor en el pecho, sudores nocturnos, fatiga, pérdida de peso, fiebre y una tos persistente.
A pesar de los avances en el tratamiento, la tuberculosis sigue siendo una de las principales causas de muerte entre las personas con VIH en todo el mundo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó que en 2023, 161,000 personas con VIH murieron a causa de la tuberculosis. Actualmente, la OMS recomienda mejores formas de tratar la tuberculosis en personas con VIH, especialmente en lugares donde ambas enfermedades son frecuentes.
Las infecciones por hongos también se asocian con el VIH. La candidiasis está causada por un crecimiento excesivo de cándida, un tipo de levadura. La cándida normalmente vive en el cuerpo sin causar problemas. Sin embargo, cuando el sistema inmunitario está debilitado, la cándida puede multiplicarse en exceso y provocar una infección en la boca (conocida como candidiasis oral), la garganta, el pene (balanitis) o la vagina. Es posible que observe una capa blanca o secreción en las zonas afectadas. Cuando la infección se propaga a la sangre, se denomina candidiasis invasiva o sistémica, y suele estar acompañada de síntomas como fiebre o escalofríos.
La meningitis criptocócica está causada por un hongo que se encuentra comúnmente en el suelo y en los excrementos de aves. Afecta al sistema nervioso y provoca síntomas como fiebre, dolor de cabeza, rigidez en el cuello y sensibilidad a la luz.
La neumonía por Pneumocystis (PCP, por sus siglas en inglés) es una infección pulmonar oportunista. Los CDC estiman que entre el 30 por ciento y el 40 por ciento de las personas diagnosticadas con PCP viven con VIH o sida. Sin embargo, esta cifra ha disminuido en los últimos años gracias a los avances en el tratamiento médico.
Los virus también pueden aprovechar un sistema inmunitario debilitado. El citomegalovirus (CMV) es un tipo de virus que suele mantenerse bajo control en personas con un sistema inmunitario saludable. Sin embargo, cuando las defensas están muy debilitadas —como ocurre en personas con un recuento bajo de células CD4 (un marcador clave del sistema inmunitario)—, el CMV puede causar síntomas. En personas con VIH, el CMV se manifiesta con mayor frecuencia como una afección ocular llamada retinitis por CMV, que ocurre cuando la retina (la capa delgada en la parte posterior del ojo) se inflama. Sin embargo, la infección también puede afectar otras partes del cuerpo.
La toxoplasmosis es causada por un parásito que se encuentra en carnes poco cocidas, comida contaminada, el suelo y las heces de los gatos. La transmisión es más común cuando las personas consumen carne cruda o poco cocida, o bien alimentos y agua contaminados.
Un sistema inmunitario saludable puede mantener este parásito bajo control, pero en personas con el sistema inmunitario muy debilitado puede causar daños en los órganos. En estos casos, la toxoplasmosis suele afectar al cerebro y puede provocar una afección llamada encefalitis toxoplásmica. La toxoplasmosis es la infección cerebral más común en personas con sida que no están tomando medicamentos preventivos.
Para prevenir la toxoplasmosis, consuma carne bien cocinada, lave y desinfecte bien sus alimentos, trate de evitar la arena para gatos y use guantes cuando trabaje al aire libre, ya que es posible contagiarse a través del contacto con la tierra, como al hacer jardinería. Asegúrese de lavarse bien las manos después de estar en contacto con la tierra o de limpiar la caja de arena de un gato.
Al comenzar el tratamiento antirretroviral, algunas personas pueden desarrollar el síndrome inflamatorio de reconstitución inmunitaria (IRIS, por sus siglas en inglés). A medida que el sistema inmunitario se fortalece, puede detectar infecciones que ya estaban presentes y comenzar a combatirlas, lo que genera inflamación en el cuerpo. El IRIS puede afectar hasta un 30 por ciento de las personas con VIH, y suele aparecer durante los primeros seis meses tras iniciar el tratamiento. Los síntomas del IRIS varían, pero pueden incluir fiebre, fatiga y dolor.
El sistema inmunitario es fundamental para combatir el cáncer, por lo que tenerlo debilitado por el VIH aumenta el riesgo de desarrollar varios tipos de cáncer. Algunos de los cánceres más comúnmente asociados con el VIH incluyen:
Es importante tener en cuenta que incluso las personas con VIH bien controlado pueden seguir enfrentando un mayor riesgo de cáncer en comparación con quienes no tienen el virus. Esto podría deberse a infecciones concomitantes o a ciertos hábitos de vida, como el consumo de alcohol o tabaco.
El VIH puede afectar el cerebro y provocar cambios cognitivos. Esto puede hacer que le cueste más pensar con claridad. También le puede causar alteraciones del estado de ánimo, problemas para dormir o problemas de memoria. Se han observado cambios neurocognitivos, incluso leves, en hasta el 40 por ciento de las personas con VIH que reciben tratamiento antirretroviral (TAR). Los trastornos definidos, como la demencia, son menos frecuentes, aunque podrían afectar a entre el 4 por ciento y el 15 por ciento de las personas con VIH. Aunque la demencia suele ser irreversible, existen tratamientos que pueden ayudarle a pensar con mayor claridad y a mantener su calidad de vida.
El síndrome de desgaste es la pérdida inesperada del 10 por ciento o más del peso corporal acompañada de más de un mes de diarrea, fiebre o debilidad. Aunque hoy en día es mucho menos común gracias a la TAR efectiva, este síndrome puede desarrollarse si la persona no come lo suficiente o si su cuerpo tiene dificultades para absorber los nutrientes necesarios. Por ejemplo, las infecciones oportunistas pueden provocar una pérdida rápida de peso al aumentar las necesidades energéticas del cuerpo y, al mismo tiempo, dificultar o volver doloroso el acto de comer.
Hable con su médico si nota que está perdiendo peso rápidamente. Puede ayudarle a tratar las causas subyacentes y a mantener un peso saludable.
No se pueden prevenir todas las complicaciones del VIH, pero sí se puede reducir el riesgo de desarrollarlas. Tome medidas preventivas como las siguientes:
Los tratamientos contra el VIH han hecho posible vivir muchos años con el virus. Para cuidarse lo mejor posible, aprenda sobre las posibles complicaciones y hable con su médico o equipo especializado en VIH si tiene síntomas nuevos o preocupaciones. Están ahí para ayudarle y brindarle la mejor atención posible.
En myHIVteam, la red social para personas con VIH y sus seres queridos, los miembros se conectan para hacer preguntas, dar consejos y compartir sus historias con otras personas que entienden lo que implica vivir con VIH.
¿Conocía estos otros problemas de salud relacionados con el VIH? ¿Se ha preguntado cómo afecta el VIH al cerebro o al cuerpo? Comparta su experiencia en los comentarios a continuación o inicie una conversación en su página de Actividades.
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Un miembro de myHIVteam
Tuve que lidiar con un buen número de estos problemas en el momento más oscuro de mi vida.
I had to deal with a good number of these issues, darkest time in my life.
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