Vivir con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) a veces significa trabajar arduamente para diferenciar los síntomas relacionados con el VIH de aquellos relacionados con otras causas. Uno de estos síntomas es la tos, que puede ser poco frecuente o persistente.
“Tos dolorosa: espero que no sea nada serio”, escribió un miembro de myHIVteam. Otro dijo: “Siento que me ha pasado un camión por encima (cof, cof, cof)”.
En este artículo, se revisará cómo interpretar una tos cuando se vive con VIH o existe riesgo de desarrollar la afección.
La infección por VIH temprana o aguda es la primera fase del VIH. Reconocer los primeros síntomas del VIH es importante porque aumenta la probabilidad de detección y tratamiento tempranos. Según las investigaciones, las personas gozan de una mejor salud a largo plazo cuando inician el tratamiento antirretroviral (TAR) en las primeras fases del VIH.
Según han demostrado los estudios, entre el 10 por ciento y el 60 por ciento de las personas con VIH temprano pueden ser asintomáticas, lo que significa que no muestran síntomas. Identificar el porcentaje exacto es difícil porque las personas con síntomas por lo general son detectadas, con lo cual, los casos asintomáticos quedan sin detectar. Los síntomas propios de la reacción del sistema inmunitario al virus normalmente se desarrollan en un plazo de dos a cuatro semanas después de la infección, aunque en algunos casos se han notificado periodos de incubación de hasta nueve meses.
El VIH en fase temprana puede ser asintomático, pero cuando no lo es, la afección suele causar síntomas similares a los de la gripe. Se desconoce la frecuencia exacta de síntomas específicos en esta fase. Dicho esto, los expertos en salud han recopilado las investigaciones disponibles, a la vez que han identificado los siguientes signos como los más frecuentes durante la infección aguda por VIH:
La tos también se produce en algunas personas con síntomas tempranos de VIH, pero es menos frecuente que los mencionados anteriormente. Por ejemplo, las personas con VIH que desarrollan neumonía por Pneumocystis tienden a experimentar una aparición gradual de dificultades respiratorias y tos, mientras que las personas con neumonía bacteriana a menudo tienen síntomas de fiebre y tos de forma repentina.
Después de una infección aguda por VIH, se desarrolla una infección crónica (en curso) por VIH. Durante esta fase, el virus continúa multiplicándose en el organismo, aunque en niveles más bajos que durante la fase aguda. Aunque algunas personas son asintomáticas durante esta fase, otras desarrollan síntomas, incluida la tos.
Una tos seca persistente en una persona con VIH puede ser señal de una enfermedad peor o SIDA. Además de la tos, las personas con VIH en fase crónica pueden tener fiebre, diarrea, pérdida rápida de peso o inflamación de los ganglios linfáticos, entre otros posibles síntomas.
Sin detección y tratamiento contra el VIH, la infección crónica por VIH evolucionará a SIDA, también conocido como VIH en fase terminal. La rapidez con la que se produce esta transición varía según la persona, pero suele tardar al menos de 8 a 10 años.
Una vez que una persona desarrolla SIDA, el VIH ha dañado gravemente su sistema inmunitario. El VIH también daña directamente los pulmones, lo que aumenta el riesgo de enfermedades pulmonares infecciosas y no infecciosas. Con un sistema inmunitario debilitado, las personas con SIDA y VIH en estadio tardío presentan un mayor riesgo de infecciones oportunistas potencialmente mortales: infecciones o cánceres relacionados con infecciones que son más probables en personas con una función deficiente del sistema inmunitario.
Muchas infecciones oportunistas afectan los pulmones y pueden causar tos y dificultades respiratorias. Estas incluyen las siguientes:
Se desconoce la prevalencia exacta de la tos en el VIH en fase terminal. Sin embargo, dada la alta prevalencia de infecciones oportunistas como la tuberculosis (TB) y la neumonía bacteriana en personas con VIH, la tos es frecuente.
La tos no es específica del VIH, lo que significa que se produce en muchas otras afecciones frecuentes. En EE. UU., la tos es más probable debido a causas no relacionadas con el VIH. Aunque el VIH afecta a aproximadamente 1.2 millones de personas en los Estados Unidos, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y el asma afectan a 25 millones y 11 millones de personas, respectivamente.
Tanto la EPOC como el asma provienen de una inflamación pulmonar de larga duración y el estrechamiento de las vías respiratorias, lo que provoca tos y dificultad para respirar.
Otras causas frecuentes de tos son las siguientes:
Dado que el VIH comparte síntomas como la tos con muchas otras afecciones, es importante que acuda a un proveedor de atención médica si tiene tos y no está seguro de la causa.
Aunque otras causas más allá del VIH provocan tos con más frecuencia, debe hacerse pruebas si desarrolla tos y está en riesgo de contraer el VIH o le preocupa haberse infectado. Hacerse las pruebas ayuda a que le den un diagnóstico y tratamiento lo antes posible, y puede darle las herramientas para tomar decisiones más seguras a fin de evitar transmitir el virus a otras personas.
Con frecuencia, el VIH temprano y crónico es asintomático, por lo que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (Centers for Disease Control and Prevention, CDC) recomiendan que todas las personas de entre 13 y 64 años se hagan pruebas de VIH al menos una vez en su vida. La agencia también recomienda que las personas con los siguientes factores de riesgo se sometan a pruebas al menos una vez al año:
Si desea hacerse la prueba del VIH, hable con su médico sobre qué prueba es la mejor para usted y con qué frecuencia se la debe hacer.
Las personas con VIH de diagnóstico reciente también deben someterse a pruebas de detección de infecciones que se producen con frecuencia con el VIH, incluida la tuberculosis y la coccidioidomicosis.
Para las personas que viven con VIH, es importante buscar el asesoramiento médico de un proveedor de atención médica por la aparición de tos, especialmente si no está tomando tratamiento antirretroviral (TAR). La mejor forma de prevenir la tos por enfermedades infecciosas potencialmente mortales y otras enfermedades pulmonares es tomar el TAR según lo recomendado por un médico que trata el VIH.
Las personas que viven con SIDA también deben tomar profilaxis antimicrobiana, medicamentos que ayudan a prevenir infecciones específicas. En relación con la prevención de la tos, los expertos en salud recomiendan la profilaxis de la coccidiomicosis para las personas con un recuento de linfocitos T CD4 positivo (CD4) inferior a 250 células por microlitro y la profilaxis de la neumonía por Pneumocystis jirovecii (NJP) para las personas con un recuento de CD4 inferior a 200 células por microlitro.
Hable con su médico sobre si uno de estos medicamentos podría ser adecuado para usted y sobre soluciones que podrían serle útiles para reducir sus episodios de tos.
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Many factors can allow your body to get the cough it is not HIV only
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