A nadie le gusta el dolor de cabeza. Lamentablemente, el 52 por ciento de las personas en todo el mundo experimenta dolores de cabeza y las personas con VIH no son la excepción.
Se preguntará por qué. A continuación, encontrará siete motivos posibles por lo que puede tener dolores de cabeza frecuentes, junto con algunos consejos sobre cómo hacer frente a este síntoma molesto y doloroso. Si bien algunos de estos motivos pueden resultar escalofriantes, las investigaciones muestran que la mayoría —el 95 por ciento— de los dolores de cabeza que las personas con VIH sufren no son peligrosos ni ponen en riesgo la vida.
Si su dolor de cabeza se siente como un dolor sordo, persistente, como una presión en la cabeza, o sensibilidad en la cabeza, el cuello o los hombros, quizás tenga una cefalea tensional. Alrededor del 40 por ciento de las personas en todo el mundo experimentan cefaleas tensionales.
Si experimenta cefaleas tensionales frecuentes, el médico posiblemente le realice el diagnóstico de cefaleas tensionales episódicas o crónicas. Las cefaleas tensionales se consideran episódicas si las presenta menos de 15 días por mes. Si tiene un dolor de cabeza con mayor frecuencia que eso, posiblemente tenga cefaleas tensionales crónicas.
Si bien no hay muchos estudios grandes que investiguen las cefaleas tensionales en las personas con VIH, un pequeño estudio halló que alrededor del 14 por ciento de las personas con VIH han experimentado cefaleas tensionales episódicas o crónicas.
Los ataques de migraña son dolores de cabeza extremadamente dolorosos que causan dolor pulsátil o punzante, con frecuencia solo en un lado de la cabeza. El dolor puede causar una mayor sensibilidad a las luces brillantes y los sonidos intensos, y podría ser lo suficientemente fuerte como para provocar náuseas. Si la cabeza duele tanto que interfiere con su capacidad funcional, posiblemente esté experimentando una migraña. Los investigadores todavía están trabajando para comprender las causas exactas de los dolores de cabeza migrañosos, y se cree que la inflamación de los vasos sanguíneos del cerebro puede influir en ellos.
Los dolores de cabeza migrañosos son menos frecuentes en la población general que las cefaleas tensionales, y solo alrededor del 10 por ciento de las personas en todo el mundo informan que experimentan migrañas. Sin embargo, un pequeño estudio halló que el 45 por ciento de los participantes con VIH informaron dolores de cabeza migrañosos. La inflamación causada por el VIH puede ser similar a la causada por la migraña, por lo que estos tipos de dolores de cabeza pueden ser más frecuentes en las personas con VIH.
“Me desperté hoy con una migraña muy intensa”, escribió un miembro de myHIVteam. Otro dijo: “Tuve una migraña y fui a hacerme un control. Ahora me estoy relajando mientras espero que mi cabeza se tranquilice”.
La congestión en la cabeza causada por una infección de las vías respiratorias superiores, como una sinusitis (una infección de los senos nasales), puede causar dolores de cabeza, junto con fiebre, dolor de garganta, secreciones nasales o tos. El VIH puede debilitar su sistema inmunitario, haciéndolo más proclive a contraer una de estas infecciones, así que asegúrese de consultar a su médico si el dolor de cabeza se produce con otros síntomas.
“Hoy tengo bronquitis y sinusitis”, escribió un miembro de myHIVteam. Otro dijo: “Mi médico me dio unos antibióticos para la sinusitis”. Los dolores de cabeza causados por las infecciones respiratorias superiores desaparecen cuando el cuerpo se recupera de la infección.
Algunos medicamentos contra el VIH que se utilizan en la terapia antirretroviral —como tenofovir, zidovudina (como Combivir), y efavirenz (como Atripla) — pueden provocar dolores de cabeza como efecto secundario. Si comienza a tomar un nuevo medicamento contra el VIH y nota que empieza a experimentar dolores de cabeza, hable con su proveedor de atención médica.
Su médico podrá averiguar si el medicamento está causando el problema. Posiblemente necesite hacer cambios en su plan de tratamiento para evitar los dolores de cabeza. No deje de tomar un medicamento, a menos que su médico se lo indique. Incluso con efectos secundarios, el medicamento está ayudando a tratar el VIH.
La deshidratación, o falta de agua en el cuerpo, puede ser una causa solapada de los dolores de cabeza. Para evitar los dolores de cabeza por deshidratación, concéntrese en mantenerse hidratado todo el día. Lleve siempre una botella de agua con usted. Preste atención a los signos de deshidratación, como orina de color oscuro, mareos o boca seca.
La diarrea es uno de los síntomas frecuentes del VIH y las personas con diarrea crónica pueden ser más susceptibles a la deshidratación. Recuerde continuar bebiendo agua bajo el cuidado de su médico, aun cuando tenga náuseas o diarrea, para prevenir la deshidratación
El VIH avanzado, especialmente si el VIH ha progresado a SIDA, puede volver a las personas más vulnerable a determinadas infecciones. Estas infecciones, llamadas infecciones oportunistas, habitualmente no causarían problemas en las personas con un sistema inmunitario sano. Si estas infecciones invaden el sistema nervioso, pueden causar dolores de cabeza.
Algunas de las posibles infecciones oportunistas incluyen la meningitis criptocócica causada por un hongo, la toxoplasmosis cerebral causada por un parásito, la meningitis tuberculosa causada por una bacteria, o la leucoencefalopatía multifocal progresiva causada por un virus.
Puede evitar las infecciones oportunistas si presta atención a su tratamiento contra el VIH, ya que la mayoría de las infecciones oportunistas ocurren cuando el VIH no está debidamente controlado. El tratamiento ayuda a mantener su sistema inmunitario fuerte para que pueda defenderse de las posibles infecciones. Además, los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC) recomiendan que las personas con VIH eviten comer alimentos crudos, poco cocidos o no pasteurizados, o beber agua no potable.
Las infecciones oportunistas son menos frecuentes actualmente, ya que se dispone de tratamientos contra el VIH efectivos, pero pueden ser graves y requerir atención médica inmediata. Consulte a su médico de inmediato si los dolores de cabeza son intensos o aparecen con otros síntomas como confusión, convulsiones o fiebre.
Las personas con VIH no controlado tienen un mayor riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular, que es una interrupción en el flujo sanguíneo al cerebro que hace que las células del cerebro mueran. A medida que envejecen, las personas con VIH tienen el mismo riesgo de accidente cerebrovascular que todas las personas mayores, aun cuando el VIH está correctamente tratado.
Un dolor de cabeza muy intenso puede ser un signo de accidente cerebrovascular. Otros signos incluyen la parálisis de un lado del rostro, la dificultad para hablar y la incapacidad de levantar ambos brazos. Si tiene estos signos, busque atención médica de urgencia en forma inmediata. Cuando antes reciba atención, mayores serán las probabilidades de recuperarse.
La mayoría de los dolores de cabeza no son peligrosos. Hay medidas que puede tomar en el hogar para ayudar a disminuir el dolor:
La mayoría de los dolores de cabeza se pueden manejar con remedios simples, pero hay algunos signos que sugieren que es momento de buscar atención médica:
En myHIVteam, la red social para personas con VIH y sus seres queridos, más de 40,000 miembros se reúnen para hacer preguntas, dar consejos y compartir sus historias con otras personas que entienden la vida con VIH.
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Hola! Excelente información, pero la palabra “ Puede” no es real. Puede,….”‘puedes “ser, quizás… y el VIH, Debilita el sistema inmunológico y Punto. Nada de “ “ palabras suaves. Gracias.
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