La infección por el VIH afecta a millones de personas en todo el mundo, incluso en los Estados Unidos. Según las Naciones Unidas, la tasa anual de nuevas infecciones por el VIH ha bajado un 32 por ciento mundialmente desde el 2010. Aunque ha disminuido la cantidad de nuevas infecciones por el VIH, es importante saber que las infecciones por el VIH siguen ocurriendo, que es una enfermedad crónica y que afecta de diferente manera a los diversos grupos poblacionales. Dos grupos poblacionales que se ven afectados por el VIH de manera desigual son las personas de raza negra y latinas.
Entender cómo la raza y la identidad se relacionan con los índices del VIH es fundamental para detener la propagación del virus y asegurar que todas las personas en las que repercuta obtengan la atención adecuada. En el presente artículo abordaremos la prevalencia del VIH (con qué frecuencia ocurren las infecciones por el VIH), cómo afecta el VIH a las distintas comunidades y las barreras que impiden a las personas recibir los cuidados que necesitan.
En 2019 se estimó que en EE. UU. alrededor de 1.2 millones de personas de 13 años en adelante tenían la infección por el VIH, aunque esta infección no afecta equitativamente a todos los grupos poblacionales. Algunos de los grupos a los que el VIH afectaba más eran las personas de raza negra y latinas, las que se identifican como transgénero, las que se inyectan drogas y los hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres.
Las comunidades de raza negra y latinas en EE. UU. presentan índices más altos de infección por el VIH en comparación con otros grupos poblacionales. Una mayor cantidad de personas de estas comunidades se infectan con el VIH y tienen problemas de salud asociados al virus que las que pertenecen a otras comunidades.
Del 2017 al 2021, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) registraron que la tasa de diagnósticos de infección por el VIH en las personas de raza negra o afroestadounidenses bajó un 10 por ciento, en tanto que la tasa de diagnósticos de infección por el VIH entre las personas de origen hispano o latino permaneció estable. A pesar de ello, las personas de raza negra o afroestadounidenses y de origen hispano o latino en conjunto constituían aún la mayoría de los últimos diagnósticos de infección por el VIH en el 2021.
Hay varias razones por las que los índices de infección por el VIH son más altos en las comunidades de raza negra y latinas. Algunos factores son los desafíos económicos, como la pobreza y el acceso limitado a la atención médica, así como los factores culturales y sociales que inciden en cómo las personas piden ayuda y se informan sobre la prevención del VIH. Ciertos problemas más graves como la homofobia, el racismo y la discriminación hacen que los efectos del VIH en estas comunidades sean aún más perjudiciales. Asimismo, estos problemas impiden a las personas acceder a atención médica, educación y trabajos fijos, que son importantes para prevenir y tratar el VIH.
Otro grupo al que el VIH afecta desproporcionadamente son las personas que se identifican como transgénero, o de un género que no es ni masculino ni femenino. Las personas transgénero son aquellas cuya identidad sexual es diferente a la que se les asignó en el momento del nacimiento. Del 2017 al 2021, los CDC registraron un aumento en la cantidad de personas transgénero a quienes les diagnosticaron una infección por el VIH. La prevalencia de la infección por el VIH tiende a ser mayor para las mujeres transgénero que para los hombres transgénero. En contraste, ha disminuido la cantidad de personas cissexuales (aquellas cuyo sexo coincide con el que se les asignó en el momento del nacimiento) con un diagnóstico positivo de VIH.
Las personas transgénero se enfrentan a desafíos singulares en lo que respecta a prevenir el VIH y recibir la atención adecuada. Factores como el estigma, la discriminación, las dificultades para acceder a la atención médica y una falta de servicios médicos para apoyar la reasignación de sexo hace que las personas que se identifican como transgénero sean más vulnerables al VIH.
Las personas que usan agujas para inyectarse drogas corren un riesgo mayor de contraer el VIH. En 2021, los CDC registraron que en EE. UU. más de 2,500 personas fueron diagnosticadas de infección por el VIH debido al consumo de drogas por vía intravenosa. Si bien las personas de raza blanca representaron la mayor cantidad (el 49 por ciento) de nuevos diagnósticos de infección por el VIH vinculados al consumo de drogas por vía intravenosa en 2021, las personas de raza negra o afroestadounidenses y de origen hispano o latino constituyeron la mayoría de las personas que tienen el VIH debido al consumo de drogas por vía intravenosa (el 44 por ciento y el 27 por ciento respectivamente).
Los hombres homosexuales, bisexuales y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres también son más propensos a verse afectados por el VIH. En 2021, el 67 por ciento de los nuevos diagnósticos de infección por el VIH se dieron entre hombres que declararon haber tenido contacto sexual con otros hombres. Hay más de 620,000 hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres y que tienen el VIH en EE. UU., y este grupo representa casi la mitad de la cantidad total de personas con VIH en EE. UU.
Tal vez ya se dio cuenta de que muchas personas con un diagnóstico de VIH pertenecen a más de uno de estos grupos. Esta superposición de identidades se conoce como interseccionalidad. Las personas que pertenecen a varias comunidades marginadas podrían enfrentarse a discriminación o desventajas sociales por muchas razones, y es posible que corran un mayor riesgo de contraer el VIH en comparación con las personas que no tienen estas identidades superpuestas. Por ejemplo, los hombres homosexuales de raza negra y los hombres bisexuales encaran un mayor peligro de contraer el VIH. Asimismo, las personas transgénero en las comunidades de raza negra y latinx pueden afrontar desafíos singulares que aumentan su vulnerabilidad al VIH.
Varios factores pueden ayudar a restringir la propagación del VIH y reducir sus efectos en las personas y las comunidades.
En 2019, los CDC calcularon que en EE. UU. aproximadamente un 13 por ciento de la cantidad total de personas con VIH no conocía su situación del VIH. Los CDC recomiendan a todas las personas entre las edades de 13 y 64 años que se hagan la prueba del VIH por lo menos una vez, y con mayor frecuencia si pertenecen a una de las comunidades más afectadas. La prueba le permite conocer su situación del VIH para que pueda recibir el tratamiento y la atención que necesita si da positivo. Además, conocer su situación del VIH es importante para que evite propagar el virus a otras personas.
Varias estrategias pueden reducir el riesgo de contraer o propagar el VIH, tales como:
La supresión viral del VIH significa disminuir la carga vírica (la cantidad de VIH en el cuerpo) a niveles indetectables por medio de la terapia antirretrovírica (TAR), lo que ayuda a mantener sanas a las personas que viven con VIH al tiempo que se previene la propagación del virus. De hecho, los CDC informan que no hay riesgo de propagar el VIH a las parejas sexuales si la carga vírica del VIH de una persona es indetectable durante al menos seis meses consecutivos y reciben la TAR.
Para algunas personas, recibir la atención y el apoyo necesarios para el VIH puede ser difícil, especialmente si forman parte de grupos marginados. Es importante entender las barreras que impiden a las personas acceder a los cuidados que se merecen. Algunos de los obstáculos comunes son menor acceso a la atención médica, escasez de concientización sobre el VIH y estigmas sociales.
No suele ser fácil encontrar servicios de atención médica para el VIH. En seguida enumeramos algunas razones:
No tener suficientes conocimientos sobre el VIH puede imponer barreras a la atención. Algunos factores importantes son, por ejemplo:
Varios factores pueden dificultar el acceso a los cuidados para el VIH, tales como el estigma, la falta de apoyo por parte de seres queridos y la comunidad, así como la discriminación basada en factores como la raza, el sexo o la orientación sexual.
Si reconocemos las diferencias sobre cómo el VIH afecta a los distintos grupos poblacionales y actuamos, podremos enfocarnos en alcanzar la justicia y una mejor salud para todas las personas afectadas por el VIH.
Todo el mundo, particularmente quienes pertenecen a las comunidades que son más propensas a contraer el VIH, debería priorizar su salud haciéndose la prueba. Recuerde que recibir un diagnóstico adecuado es el primer paso fundamental para acceder a la atención y el apoyo que necesita. No dude en pedir ayuda, sobre todo si pertenece a una comunidad que pueda tener un mayor riesgo de ser afectada por el VIH.
Si trabajamos juntos y nos informamos, podremos forjar un futuro donde todos, independientemente de su raza u origen, tengan oportunidades equitativas para prevenir el VIH, hacerse pruebas y recibir atención.
En myHIVteam, la red social para las personas con VIH y sus seres queridos, más de 37,000 miembros se congregan para hacer preguntas, dar consejos y contar su historia a otras personas que entienden lo que es llevar una vida con el VIH.
¿Le han diagnosticado una infección por el VIH? ¿Sabía que algunas personas de distintas razas y orígenes corren un mayor riesgo de contraer el VIH? Comparta su experiencia en los comentarios a continuación, o bien comience una conversación publicándola en su página de Activities [Actividades].
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